jueves, 14 de abril de 2011

Instalación del movimiento punk en la música argentina teniendo en cuenta las características de éste en la Inglaterra de los 70s.

Limpiando un poco el polvo del blog y en medio de una noche nostálgica, se me ocurrió dejar el trabajo de análisis que me valió un 9 en Teoría de los Medios y la Cultura. La escritura no es maravillosa porque lo hice para mí, no había que entregarlo sino explicarlo oralmente.

Básicamente, se trataba de analizar un movimiento artístico a partir de la teoría vista en la materia. Al leer sobre la escuela de Frankfurt y la famosa Industria Cultural, en medio de mi clase no pude evitar acordarme del punk.

Agregando otros temas vistos en la materia, finalmente terminé mi trabajo.

A quien lo lea: realmente espero les guste y sepan que fue hecho con mucho, muchísimo respeto.

Mis fines sólo fueron académicos:

¿Cómo se instaló el punk en Argentina teniendo en cuenta las características que tenía este movimiento en la Inglaterra que lo vio nacer? ¿Qué rol cumple la Industria y la sociedad en la música?

***

U3: Abordando el tema partiendo del concepto de Industria Cultural de Adorno y Horkheimer y pasando por la idea de "politización del arte" de Benjamin. Efectos de la Industria Cultural sobre la corriente punk.

El movimiento punk de Inglaterra aparece a mediados de la década del '70, influenciado por distintos géneros y estilos cuyo origen está tanto en este país como en Estados Unidos. La Industria Cultural de la música, por ese entonces, mostraba grandes estrellas del rock y pop mainstream (es decir los pensamientos, gustos o preferencias aceptados mayoritariamente en una sociedad) con una imagen y un mensaje que, de pronto, no era asimilado por cierta gente, la cual tenía en común su posición marginal dentro de su estrato social.
Musicalmente se busca ir contra la perfección inalcanzable de bandas pertenecientes al art rock (entre otros) dominante en esa década, con exponentes como Pink Floyd, quienes no sólo hacían música elaborada tanto en letras como en estructuras musicales, sino que además hacían espectáculos revolucionarios y sumamente trabajados. Este estilo domina el mainstream y genera ventas millonarias, convierte a los músicos en estrellas... La estrella de rock se aleja de la gente común y corriente: se vuelve intocable. Una persona media no logra sentir nada ante esta música explotada y masificada por la industria musical del mundo, por lo cual empieza a emerger (refiriéndonos en este caso a Inglaterra, donde el movimiento punk tiene su epicentro), entre la desocupación y el descontento social, una nueva forma de hacer música, cuya única intención es la de expresar la furia y la impotencia de las clases más marginales.
El punk, en sus inicios, no busca perfección sino todo lo contrario: en sus primeras bandas abunda la desprolijidad, la simpleza y la crudeza; busca conectarse con la gente común que se identifique con sus ideales. Se usa a la música como manifestación de descontento en medio de una sociedad inglesa sumergida en la crisis. Los punks critican y provocan a la sociedad por considerarla de mente estrecha y represora. No había tiempo entre aquellos jóvenes de tocar bien la guitarra: necesitaban gritar lo que pensaban, sentían y creían a través de un sonido que le hiciera justicia a su necesidad de expresión.
Claramente, el punk, en el momento histórico citado, va por fuera de la Industria Cultural, ya que busca separarse totalmente de la música mainstream y hacer de lo simple, sucio y desprolijo (el término "punk" en sí mismo se puede traducir como "vago", "sucio" o "basura") su estilo distintivo, convirtiendo este sonido en su búsqueda de originalidad y su necesidad de resistir.
Este movimiento se vuelve popular entre los jóvenes y los marginados, quienes invierten su poco dinero en guitarras para hacerse parte de esta escena, produciendo su música y enfocando su ideología representativa bajo la llamada “filosofía punk”, la cual reza tres grandes ideales:
• "Hazlo tú mismo" (los fanzines, las producciones discográficas caseras, los músicos autodidactas).
• Rechaza los dogmas y cuestiona lo establecido (crítica política, social, religiosa, etc.).
• Desprecia las modas y la sociedad de masas (búsqueda de identidad propia, afán de otredad con respecto a la porción más poderosa de la sociedad y hacia las masas dominadas).
Queda a la vista el rechazo que el punk promedio siente por la Industria y las masas, por las clases poderosas y las doctrinas planteadas por los distintos campos dominantes (religión, política, etc.). Esto los vuelve anti-sistema y (en palabras de Adorno) opuestos al ideal de la Industria Cultural, esa que industrializa el arte bajo un régimen capitalista. El punk va por otro camino, pues no pretende pertenecer sino alejarse de esa industria, ir contra ésta y crear una autonomía con respecto al mercado.
Intentan sobrevivir por fuera de la IC, orgullosos de no pertenecer allí.
En Argentina, el punk llega a fines de los 70s de la mano de Pedro Braun, el "primer punk argentino" según sus propias palabras. Él descubre el género al escuchar algunas bandas de punk inglesas en un viaje que hizo a Londres por aquellos años. Primero forma "Los Testículos" (considerada la primer banda punk del país) y de ese grupo, en 1980, termina formándose Los Violadores.
Al igual que otros géneros de rock que apenas empezaban a llegar al país, como el heavy metal, Los Violadores (al igual que todas las bandas que empiezan a surgir dentro del ideal punk en Argentina, como por ejemplo Trixy y Los Maniáticos, Alerta Roja, Los Baraja, Los Laxantes) sufren la censura y no se les permite usar su nombre verdadero hasta la llegada de la democracia. Antes de ésta y al igual que otras bandas de géneros emergentes, la única forma de tocar era hacerlo en pequeños reductos underground. La escena punk argentina, en años de dictadura, era realmente pequeña y por demás reprimida: no era fácil expresarse. Esto vuelve al punk una herramienta igual de poderosa y auténtica para aquellas personas marginadas por este régimen totalizador que no permite la libre expresión… La historia inglesa se repite en Argentina, donde el género logra asimilarse de forma total, heredando y expandiendo el contenido político y social en las letras y en sonido de sus agrupaciones más populares.
Los primeros punks argentinos defendían la postura anti-sistema al igual que los primeros punks ingleses, llegando (al igual que los últimos) al punto de hacer circular producciones discográficas caseras y de bajo presupuesto para no tener que depender del mercado discográfico. Claramente, los primeros punks del país están contra la industrialización de su arte bajo el régimen capitalista, por lo que buscan formas alternativas y por fuera de la Industria para subsistir y desarrollarse. La resistencia es arma fundamental del punk y esta era una forma de resistirse a ser una mercancía.
A su vez, productos gráficos realizados por y para punks conocidos como fanzines entran en circulación. Estas producciones no buscan remuneración alguna, son "revistas caseras" que se intercambian en recitales, puestos de libros usados y ferias. Su realización poco elaborada además de sus materiales de bajo costo pareciera ir como anillo al dedo a un género que no quiere tener nada que ver con la enorme industria del entretenimiento.
Así, los punks argentinos adaptan el género, la escena y el contenido del movimiento punk a un país que no es el de su origen pero, sin embargo, también atraviesa por una crisis y logra amoldarse con esa porción de la sociedad que necesita expresar su disconformidad con el sistema. Ambos países, tanto Inglaterra como Argentina, atraviesan momentos de crisis que alimentan la furia punk y el ideal anti-sistema que caracteriza al movimiento. La Industria Cultural ocupa, en ambos lugares, un sitio prácticamente igual: el del sistema que intenta absorber, que impone y no ofrece variedad, que repite lo mismo.
Pero llegan las contradicciones: la Industria Cultural se alimenta de la cultura de masas, ésta consume sus productos y alimenta la rueda que nunca deja de girar, cuyo único escape es la resistencia. La Industria Cultural no permite resistir, no permite sobrevivir a quien está por fuera, por lo cual termina asimilando/integrando lo que intenta resistirla. La Industria musical británica termina asimilando al punk; la poderosa discográfica EMI contrata a su máximo exponente: los Sex Pistols. Esta paradoja dentro del pensamiento del movimiento punk se repite en Argentina, donde bandas como los ya mencionados Los Violadores firman contrato con la discográfica nacional Umbral y más tarde con la multinacional y poderosa Sony Music.
En este punto cabe destacar que el punk no pareciera ir a la par de la ideología de Adorno, si bien parece ser un fiel representante de lo que este autor planteara muchos años antes de los hechos ya relatados. El punk no pareciera estar en contra de la reproducción técnica planteada por Walter Benjamin (quien disiente con mucho de lo que dice Adorno acerca de la Industria Cultural y sus propósitos), sino más bien está a favor, aunque siempre bajo el pensamiento de “hazlo tu mismo”. El ideal punk quiere usar la masividad como una herramienta política (concepto de Benjamin) y no como una herramienta de dominación (concepto más cercano a Adorno).
Esto significa que el punk (tanto en un país como en el otro), se ve masificado pero, en muchos casos, las ideas y la expresión anti-sistema no quedan de lado: en muchas bandas punk históricas, que logran el éxito tanto comercial como culturalmente dentro de su contracultura (un claro ejemplo podría ser la inglesa The Clash), el contenido persiste y no se ve dañado por la masividad… Aunque no siempre fue así.
El punk, al convertirse en un movimiento con muchos adeptos a nivel mundial, capta la mirada de la Industria Cultural y se ve absorbido por ésta, que lleva el género a las masas consumidoras de productos comerciales y anula, lentamente, la identidad del género: lo vuelve parte del mainstream. El punk se vuelve popular y empieza a ser realmente comercializable y las bandas que venden millones de albums, en su mayoría, son agrupaciones que carecen de la ideología punk de los 70s y principios de los 80s. Bandas modernas como Green Day (internacional) o Ataque 77 (nacional) son consideradas "punk" pero sólo son parte de la repetición eterna que la Industria Cultural ejerce sobre la corriente artística que absorbe. Si bien no son pocas las bandas que siguen firmes en su mensaje y su expresión, hay otras tantas que logran ventas millonarias a partir de una versión mainstream de la música que el género inventó.
Los primeros punks (considerados los “verdaderos”) quisieron hacer algo distinto, imponer un estilo propio y asumir una identidad; los nuevos punks son parte de una moda asimilada por la Industria Cultural que terminó por anular la identidad punk ante los ojos de las masas que consumen. Así, muchos fanáticos de bandas que el mainstream identifica como punks omiten e incluso desconocen la verdad detrás de ese sonido, ideal y estética tan particular.
Si bien el punk en sus principios logra cierta autonomía con respecto al mercado (ideal de Adorno), también tiene una función social al hablar de los defectos de la sociedad y yendo contra el conformismo y los estereotipos, dando inevitablemente un mensaje político que tiene más que ver con el pensamiento de Walter Benjamin sobre la politización del arte. Se ve en el punk una función social a través de las letras, donde los ingleses criticaban a la corona y al gobierno y donde los argentinos criticaban la dictadura, entre otros tantos temas de interés... Había un contenido y éste logra llegar a las masas a través de bandas como los Sex Pistols y Los Violadores (ambas ya citadas , probablemente, dos de las más importantes a nivel nacional e internacional), por lo cual podemos hablar de una politización del arte debido a la masividad, objetivo de una corriente artística como el cine para Benjamin.

U1: El punk como Hegemonía Alternativa en Argentina e Inglaterra, la otredad como forma de identidad en los punks.

El punk puede verse desde el punto de vista hegemónico: intenta crear una alternativa ante la hegemonía que domina a través del consenso en terrenos musicales. Tanto en Argentina como en Inglaterra se da la misma cuestión de convivencia con lo hegemónico transformándose en una Hegemonía Alternativa. El punk no plantea una sustitución. El punk se queja, se manifiesta contra lo hegemónico en todo sentido, mas no parece ser su intención instaurar su hegemonía alternativa como la nueva dominante. Tampoco tiene el poder, en principio, para hacerlo: las primeras bandas punk, tanto en Europa como en nuestro país, se movían bajo las sombras del under sin ser realmente masivos. Al volverse más comercial tampoco tienen poder, ya que los primeros punks no pertenecían a clases dominantes. Dentro de la sociedad británica, por ejemplo, eran los marginados sociales los que buscaban separarse de la porción dominante del núcleo al que pertenecían a través de las vestimentas desalineadas, los colores de pelo extravagantes, etc. En Argentina, con una dictadura aún en pie los punks eran claramente marginales ante las miradas conservadoras de los poderosos. A menudo, los punks argentinos tuvieron que unirse a otros grupos contraculturales para escaparse de actos represivos y de shows interrumpidos y boicoteados por la policía y los militares.
Volviendo al poder, el punk (ya sea inglés o argentino) no parece buscar una hegemonía a la que puedan pertenecer quienes los marginan (los poderosos), sino que buscan su propia hegemonía donde sentirse cómodos. Así podemos decir que el punk no busca una Contra Hegemonía sino, más bien, una Hegemonía Alternativa.
Tanto musical como visualmente, entre otras cuestiones, el punk busca una identidad propia que no se parezca a nada. Hoy en día, con cuestiones como la moda esto se ha perdido, pero perdura en los "viejos punks", en los más clásicos. El punk que vivía en crisis económica (el inglés) y el que estaba bajo el dominio de una dictadura (el argentino) necesitaba sentirse el otro de la sociedad dominante. A través de la imagen (ya sea el look más basado en el inglés de los Sex Pistols o en el estilo estadounidense de los Ramones) busca diferenciarse de sus iguales y volver a esas personas un otro en medio de un grupo de punks. La otredad no es como suele pasar, donde el dominante vuelve otro al dominado: aquí es distinto, porque el punk es un marginado y busca verse y comportarse como tal. El punk quiere ser un otro.
Actualmente, la vestimenta punk se convirtió en moda y es común encontrar prendas típicas punk en tiendas exclusivas de ropa. La identidad visual de éstos está más de moda que nunca y terminó, casi, siendo parte de una hegemonía que asimiló su poder y lo hizo propio. Ejemplo de esto es una de las últimas temporadas de ropa en Europa, donde símbolos punks como la tela escocesa, los ganchos o los peinados y borceguís son el último grito de la moda, creando un movimiento comercial llamado Punk Chic, cuya estética punk refinada va totalmente en contra de lo que un miembro de esta contracultura ve como “genuino”.
El punk, desde algún punto de vista, puede decirse que perdió su capacidad de Hegemonía Alternativa, estando ya instalado en un mercado que lo consume ávidamente. El punk dejó de ser under y dejó de ser exclusivo, perdió su identidad y dejó de ser un otro, ahora es parte del enorme yo que impone la hegemonía como forma de dominación consensuada.

U2: el fenómeno punk estudiado a partir de la teoría de Campo de Bourdieu y las semejanzas entre los campos musicales de Inglaterra y Argentina.

El campo, es decir el espacio social de juegos dinámicos, en este contexto sería la industria de la música. Este campo funciona dentro de un espacio social y tiene autonomía relativa (o sea que esta autonomía se ve limitada por los campos que lo rodean dentro del espacio social además de la limitación que ejercen los propios miembros del campo).
El campo "musical" se compone de agentes sociales (músicos, productores, discográficas) que compiten entre sí y están determinados por posiciones sociales dominadas y dominantes. En el campo se buscará un capital específico que dependerá de éste y que dará poder para éste... Es aquí donde nos detenemos: los músicos y productores de punk pertenecen al campo de la música como agentes sociales. En principio, el punk en sí buscaba un capital cultural y simbólico, no económico ya que eran anti-sistema y anti-industria. En Argentina, aquellos punks que producían su material de forma casera claramente no aspiraban a un capital más que el cultural y el simbólico, lo mismo con los ingleses. Es a partir de la firma de bandas punk con grandes disqueras (como el ya mencionado caso de Los Violadores con Umbral y Sony Music) que, se puede decir, el punk empieza a obtener otro tipo de capital dentro del campo. Grupos como Ataque 77 o Expulsados apuestan, hoy en día, a un punk más mainstream que entre los punks más puristas no genera un valor cultural o simbólico, más bien no genera nada. Para las masas que consumen estos productos comerciales, sin embargo, este punk sí vale y lo consumen, por lo cual estas bandas mainstream producen capital económico impensado para los punks de la vieja escuela.
En este contexto podemos señalar a las discográficas y los productores como los agentes sociales dentro del campo que más poder ejercen, como los agentes dominantes. Lo que les da este poder, sin lugar a dudas, es el dinero, capital económico que en cualquier industria del entretenimiento, por estos días de gloria de la IC, es el más deseado. La posición social que ocupan les da el poder más grande dentro de este campo.
Por su parte, aquellas bandas punk que no dejaron de lado su ideal contra-cultural y anti-sistema (The Clash, famosa por su postura altamente política, por ejemplo) no sólo lograron generar un capital económico sino que, además, siguieron obteniendo una gran cuota de capital cultural, ya que con las letras el mérito musical de muchas bandas del género se llegó a ver a esta música como un arte que logra dejar un mensaje en el consumidor.
En Inglaterra y paradójicamente, son los Sex Pistols los que no sólo logran un capital cultural inmenso ya que se los considera precursores de muchísimas cosas dentro del campo musical, sino que además son los que, hasta el día de hoy, siguen vendiendo miles de copias de su único disco de estudio ("Never Mind the Bollocks, Here's the Sex Pistols"), el cual sigue generando, dentro del campo, valor cultural y capital económico en grandes cantidades. En Argentina, si bien bandas clásicas del género como Los Violadores tuvieron discos con más o menos contenido simbólico y cultural, son vistos como bandas que ganaron todo tipo de capital y sin necesidad de “venderse”, como suele decir cualquier fanático “ortodoxo” del género.
Es así como podemos decir que el punk logró, en mayor o menor medida, un reconocimiento tanto cultural como comercial, siendo uno de los pocos géneros que componen el rock donde aún se valora a las bandas clásicas y, si bien las bandas de moda y mainstream probablemente sean las que más ganancias obtienen, todavía se mantienen en el mercado gracias, en gran parte, al capital simbólico y cultural obtenido en las épocas de gloria.

Palabras Finales

Se puede decir, como conclusión, que Argentina e Inglaterra asimilaron el punk de una forma igual pero distinta: el problema social no era exactamente el mismo (dictadura aquí, desocupación y problemas económicos allá) y la sociedad no era la misma. El campo de la música terminó siendo el mismo y terminó convirtiendo al género en un producto comercial que de cultural no pareciera tener tanto como en los "buenos tiempos" del punk de los 70s que deseaba instaurar una nueva forma de hacer y sentir la música. Hoy, muchos "punks" buscan el capital económico y no otro otorgador de poder. Como suele pasar con muchos géneros que empiezan con tendencias vanguardistas, son asimilados por la Industria Cultural y producidos en masa. Así, la identidad se pierde.
El sentimiento punk del "no futuro" se desdibuja con el tiempo y con la Industria, transformándose en dinero y en la sombra de lo que fue. Sin embargo, la leyenda prosigue y aún hay bandas, fanáticos y productores que buscan hacer algo distinto, algo que tenga que ver con aquel punk de la vieja época que buscaba provocar y manifestar descontento social de forma explícita y sentida… de forma sumamente vivida.


Y eso es todo... Un poco largo.

El punk no es mi género favorito pero sí me parece el de historia más jugosa. Fue un placer analizar el trasfondo de tremenda corriente anti-sistema.

Saludos. =)

Una foto para ilustrar un poco:



Fuentes:

Todorov, Tzvetan, La conquista de América. La cuestión del otro, México, Siglo XXI, 1987, cap. I y II.

Williams, Raymond, “Hacia una sociología de la cultura”, en Cultura, Barcelona, Paidós, 1980 (pp. 9- 13).

Williams, Raymond, “La hegemonía”, “Tradiciones, instituciones y formaciones” y “Dominante, residual y emergente”, en: Marxismo y Literatura , Barcelona, Península, 1980.

Bourdieu, Pierre, “La conquista de la autonomía” (fragmento) en Las reglas del arte, Barcelona, Anagrama, 1995, pp. 79-133.

Bourdieu, Pierre, “Campo intelectual y proyecto creador”, en Campo de poder, campo intelectual , Buenos Aires, Montressor, 2002.

Bourdieu, Pierre y Wacquant, Loïc J. D., “La lógica de los campos” y “Habitus, illusio y racionalidad” (fragmento), en: Respuestas por una antropología reflexiva , México, Grijalbo, 1995, pp. 63-78 y 85-93.

Horkheimer, Max y Adorno, Theodor, “La industria cultural”, en: Dialéctica del iluminismo, Buenos Aires, Sudamericana, 1987. (MI FAVORITO. Me enamoré de este texto).

Adorno, Theodor, “La transparencia del film”, en: revista Kilómetro 111, nº 6, 2006, Buenos Aires (pp. 97-103).

Benjamin, Walter, “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”, en: Discursos interrumpidos I, Buenos Aires, Taurus, 1989.

Benjamin, Walter, "El autor como productor", en Tentativas sobre Brecht. Iluminaciones III , Madrid, Taurus, 1998 (traducción de Jesús Aguirre, pp. 117-123).

Además, algunas webs consultadas:

http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_punk

http://es.scribd.com/doc/35926069/Movimiento-Punk-en-Argentina-Movimiento-social-Antropologia-historia

http://www.bad-religion.net/Espanol/manifiesto%20punk.htm

 
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